Oración a la Fuerza Aérea Nacional
Volar es simplemente bautizar la mañana,
con la honradez del sueño que respiró la noche,
es sufrir las angustias sin el menor reproche,
y no pensar siquiera que la muerte es hermana.
Es estar convencidos de que el avión nos llama,
y que su voz potente sólo emite canciones.
Es ver entre las nubes racimos de ilusiones,
y creer que hasta el trueno a nuestro paso calla.
Es sentir bajo el frío y el calor su caricia,
en medio del bochorno adivinar la brisa,
y en el cielo infinito descubrir el hogar.
Es saber que en el aire todos somos hermanos,
y es regresar a la tierra para con ambas manos bendecir el espacio que nos dejó volar.